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L&S.- Resulta muy cómico cuándo observamos la escena. Está siendo algo bastante recurrente en programas tipo show en el que se invita a una entrevista desenfadada a una celebritie. Cuándo están respondiendo normalmente. De pronto, el presentador le da a aspirar el aire de un globo y automáticamente cambian la voz y para sorpresa de ellos mismos empiezan a hablar como un robot parlanchin. Es parte del show. El aire del globo contiene Helio.
Vea en este video una escena con Sofia Vergara
La voz de ardillas parlanchinas o de robotito que sale involuntariamente tras Inhalar el gas y hablar de inmediato puede ser divertido, aunque también peligroso. Es en realidad una práctica nada recomendable. Un tipo de ‹gracieta› avalada por presentadores de televisión con gran influencia a quienes rápidamente se les copia. Sobre todo, los adolescentes. Internet está lleno de vídeos de este tipo.
Hay que advertir que el Helio inhalado presenta riesgos importantes. Si se inhala una cantidad importante o varias veces pequeñas cantidades, puede acabar en una hipoxia o asfixia.
Cuando hablamos, los diferentes sonidos que emitimos por la voz, se originan en la vibración que produce el paso del aire por las cuerdas vocales. Esto sucede al exhalar aire de los pulmones. Si se fija, siempre hablamos mientras echamos aire hacia fuera.
Las cuerdas vocales son dos y están ubicadas a la altura de la protuberancia del cuello a la que llamamos «nuez». Se trata de unas membranas unidas a los músculos de la laringe. Estas dejan pasar el aire a través de un hueco (glotis) que dejan entre ellas. Eso hace que se produzcan vibraciones.
Cuándo respiramos estando callados, las cuerdas vocales están en estado relajado. El hueco que dejan entre ellas es grande y pasa el aire sin ninguna resistencia y por tanto, no se emite sonido alguno.
Cuándo hablamos, cantamos, etc. se contraen los músculos respiratorios y aumenta la velocidad la velocidad del aire que pasa por la laringe. Se produce una tensión en las cuerdas y se reduce el tamaño de la glotis. El aire pasa a través con mucha presión y estas vibran y emitimos sonidos. Luego, con la boca y los movimientos de la lengua modulamos las vibraciones para articular palabras.
Al hablar regulamos la intensidad del aire, lo que hace que varíen los tonos. La tensión de las cuerdas vocales es la que regula la gravedad o agudeza del sonido. A más tensión, mayor agudeza.
En el tono de voz también influyen la forma y tamaño de la boca; la laringe; de los senos nasales y también de la manera de respirar. Cada persona tiene un tono de voz que le caracteriza y que va a estar condicionado por la forma y tensión de sus cuerdas vocales. Los hombres, por ejemplo, tienen la voz más grave y es porque entre los todos cambios que se producen en la adolescencia está el de sus cuerdas vocales, las cuales se hacen más gruesas.
El Helio tiene efectos sobre las cuerdas vocales, si no, no cambiaría tan dramáticamente la voz.
Su símbolo químico es He y su número atómico es 2. Se trata de un gas noble, inerte, incoloro, inodoro y muy ligero. Después del Hidrógeno, es el más ligero de todos los gases. Al tener tan poca densidad, se eleva sobre el resto de elementos gaseosos y por eso es utilizado (entre otras cosas) para elevar globos. Además, es un tipo de gas muy abundante y por barato.
Esa misma densidad baja es la que hace que se produzca ese excéntrico sonido de voz que nos recuerda a una ardilla parlanchina de los dibujos animados. Al entrar el Helio en la laringe, las cuerdas vocales quedan envueltas en este gas ligero. Mucho más ligero que el aire. La resistencia que se produce es menor y con el mismo esfuerzo por parte de lso músculos, las cuerdas vocales se tensan mucho más y por tanto, también aumenta la frecuencia de las vibraciones. Como resultado, el sonido de la voz es muy agudo y vibrante.
Necesitamos el Oxígeno para sostener la vida y nuestro cuerpo está diseñado para procesar ese gas. Eso es algo que no permite discusión. Si al respirar, introducimos Helio, este ocupa que debería llenar el Oxígeno. No introduciremos Oxígeno en la sangre y estamos induciendo a nuestras células a la hipoxia, algo ya de por sí, muy peligroso. Es similar a contener la respiración. Además, no es estimulado el reflejo respiratorio el cual se ve
Inhalar Helio es algo similar a lo que ocurre si contenemos la respiración durante un buen rato hasta la siguiente inhalación. Se pueden producir reacciones diferentes según el tiempo transcurrido. Van desde mareos, hormigueo, pérdida de consciencia, paro respiratorio e incluso la muerte si se inhala de forma reiterativa, o con profundidad.
Ese es el motivo por el cual al principio dijimos que una inhalación profunda o reiterativa de Helio puede producir asfixia. Pérdida del conocimiento y como consecuencia, también paro cardíaco.
Jamás se debe inhalar Helio de bombonas para llenado de globos
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