La sarna humana produce terribles picores
L&S.- En este artículo hablaremos de la sarcoptosis humana. Es un tipo de problema conocido desde la antigüedad como sarna humana. Otro de los nombres que recibe es escabiosis. Se trata de una ectoparasitosis relativamente frecuente que se transmite por contacto directo a través de un ácaro. Este actúa como agente portador. Se trata del ácaro Sarcoptes scabiei var. Hominis o ácaro de la sarna humana. Su transmisión es sobre todo por contacto directo y es principalmente a través de prendas de vestir. También a través de la ropa de cama, de sofás, por contacto íntimo con una persona infestada, etc.
La sarna humana o escabiosis es una enfermedad considerada ‹enfermedad social›. Sin embargo está injustamente relacionada con la pobreza; la falta de nutrición; la promiscuidad sexual; el hacinamiento; la falta de higiene y estratos socioeconómicos bajos. También se asocia a asilos; cuarteles; escuelas; lugares públicos y hospitales. Sin embargo, también puede transmitirse a uno o más miembros de una familia normal.
El ácaro Sarcoptes scabiei var. Hominis o ácaro de la sarna humana solamente infecta a humanos. De hecho, el ácaro que produce la sarna en animales como perros, gatos, etc. es otro muy diferente. Éste se denomina Sarcoptes scabiei var. Canis. Hay que dejar claro que del mismo modo que el Hominis es terrible para las personas, el Canis no. En el caso de haber un contagio de un animal con sarna a una persona, los síntomas son muy diferentes. Al humano sólo le produciría algún tipo de sensibilización en la piel como por ejemplo señales de dermatitis; pero sin llegar a ser una sarna o escabiosis. Esto es principalmente porque el ácaro es específico para cada especie.
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El artrópodo adulto hembra del Sarcoptes scabiei var. Hominis mide entre 1 y 3 mm de largo. Cuándo pasa a otro huésped ya va fertilizado. Éste se encarga de perforar la capa superficial de la piel humana cavando una especie de túnel. Este túnel mide entre 2 y 5 cm de largo. Será la residencia en la que vivirá y se reproducirá.
El ácaro durante su avance deposita de 2 a 5 huevos por día hasta poner entre 10 y 40 huevos. Durante ese tiempo no sólo pone huevos; también depositan dentro de la piel sus excrementos. Estos resultan muy irritantes. El prurito y la inflamación típica de la sarna humana o escabiosis se producen en una gran medida por estos desechos del ectoparásito.
El período de incubación de la sarna es de 1 a 3 semanas. Tras unas 3 semanas después de haber eclosionado los huevos, las larvas ya se han convertido en nuevos adultos. Estos copulan, reiniciando y perpetuando el ciclo. Pasadas varias semanas de la primera infestación, aún es una patología leve y puede ponerse remedio. Hasta que no hay unos 15 o 20 ácaros adultos procreando, el prurito no es intenso.
El promedio de vida de cada parásito es de entre 25 y 30 días aproximadamente; tiempo suficiente para que cada individuo siga horadando y poniendo de 2 a 5 huevos por día, expandiendo la zona afectada.
Se calcula que al año ocurren a nivel mundial unos trescientos millones de casos nuevos de infestación con el ácaro de la sarna humana. Y aunque como ya hemos dicho, esta enfermedad se relaciona con estratos sociales deprimidos y miseria, también puede afectar a cualquier persona. Eso sin importar cuál sea su clase social, raza o edad; y sin que esté relacionado con la higiene o estilo de vida.
La infestación puede producirse en lactantes. En estos el prurito puede estar ausente. El ácaro puede pasar de un miembro a otro de una misma familia.
Los primeros síntomas de la sarna humana o escabiosis suelen ser leves. Generalmente se atribuyen a la picadura de algún insecto; siendo el síntoma principal el prurito con agravamiento nocturno por hipersensibilidad a los productos de desecho físico de los ácaros. Por ejemplo, su saliva, los huevos, la materia fecal, etc.
Lo más difícil de todo son las consecuencias de las lesiones secundarias de esta enfermedad. De hecho son estas las que dominan el cuadro clínico. Los tremendos picores llevan a un rascado constante y descontrolado. Lo cierto es que al principio, un paciente siente alivio al rascarse, pero con eso no hace más que agravar el problema puesto que este rascado primeramente destruye los túneles y en segundo lugar, provoca nuevas infecciones. Eso consigue que los parásitos se diseminen produciendo infecciones bacterianas secundarias; pústulas; excoriaciones; eccemas; costras; desarrollo de nódulos; pus, etc.
Realmente la sarna humana es una enfermedad terrible.
Los túneles que albergan a esta plaga son delgados, curvados y con elevación sobre la superficie lisa de la piel. Miden entre 2 y 20 cm de largo. Están ubicados generalmente en zonas dónde la piel es más blanda, como por ejemplo en pliegues entre los dedos; muñeca; bordes de las manos; superficies con pliegues de las rodillas; codos; pene; escroto; pliegues mamarios; axilas; glúteos; escápulas; cuello; plantas de los pies y palmas de las manos. También pueden aparecer nódulos en la zona que cubre el pañal de un bebé y en el área axilar.
La sarna humana o escabiosis es tratada con escabicidas con aplicación por todo el cuerpo y no solo las partes infectadas. Nunca se sabe exactamente la localización del parásito. Es de hecho, un tratamiento corto y también muy efectivo. Además, también se puede escoger -si se desea- un tratamiento desparasitante totalmente natural y libre de consecuencias secundarias. El tratamiento con fármacos siempre ha de ser supervisado por el médico; y si elige un tratamiento natural, debe estar supervisado por un naturópata.
Graviola ingerida, un complemento nutricional que resulta en un potente antiparasitario.
Para uso tópico, lavar el cuerpo con abundante jabón de alepo. Después, usar gel de aloe vera, agregando en cada aplicación del gel entre 6 y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té. Esta mezcla resulta en una muy buena opción para deshacerse totalmente de los parásitos, de la suciedad que han eliminado, de limpiar, regenerar y calmar la piel.
Otra cosa importante es que debe ser sometido a tratamiento todo el grupo que convive al completo. No sólo el afectado de sarna; puesto que lo más probable es que también estén todos ellos en alguna fase de contagio. De esa manera se evita la auto infestación.
Debe lavar varias veces a lo largo de la cura con agua lo más caliente posible aquella ropa que pueda ser lavada a altas temperaturas. Agregando amoniaco y/o oxígeno a la lavadora. Además, la ropa delicada debe meterse en una bolsa de plástico bien cerrada al menos por 3 semanas antes de sacarla y después, introducirla en agua templada con amoniaco y jabón. Después de eso, lavarla a mano o máquina. Esto debe hacerse cada dos días con la ropa interior, pijamas, toallas, manteles, sábanas, fundas de sofá, etc. Por eso quizás sea una buena idea lavar todo primero y luego dejar pocas prendas para ir rotando.
Los problemas en la piel seguramente continuarán por unos días más, pero irá remitiendo poco a poco los picores hasta ver que la piel va quedando limpia y sana.
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Terrible enfermedad y más al saber que es un ácaro bajo la piel