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Todo sobre la legionela

¿En qué consiste la legionela o legionella?

Contenidos

L&S.-  La legionela, legionelosis o enfermedad del legionario es un contagio que cada cierto tiempo hace su aparición en los medios de comunicación. La sociedad se alarma su forma de presentarse. Enferma  de forma masiva a cientos de personas de una misma localidad en un corto período de tiempo. Se trata de una infección bacteriana caracterizada por fiebre, neumonía y congestión: y en algunas ocasiones sobre todo en pacientes con otros cuadros clínicos que la agravan, puede producir la muerte.

Su contagio se produce por inhalación de aire contaminado. Al respirar el aire con las bacterias se da inicio a la contaminación. No se conocen casos de contagio de persona a persona. Tampoco por uso de utensilios o comida contaminada. Se puede decir que estamos expuestos sin que podamos evitar el contagio, salvo ir con una mascarilla. La prevención parte de la responsabilidad civil y las medidas colectivas que se tomen.

¿Se dice legionela o legionella?

Llamada también «Legionelosis», «legionelosis neumónica» o «enfermedad del legionario», su nombre es legionela. Aunque también se vea escrita en la prensa como «Legionella», realmente es por la influencia del nombre científico de la bacteria que la causa.

Legionela es el nombre común de la legionelosis (la enfermedad); mientras que Legionella pneumophila es el nombre de la bacteria que la causa.

¿Qué tipo de enfermedad es la legionela?

Dentro su género existen 48 especies (78 serotipos). Sólo algunas de ellas son capaces de infectar a los humanos. En el 90% de los casos de  infección por legionela o enfermedad del legionario, la bacteria responsable es la  Legionella pneumophila. Una bacteria en forma de bacilo del grupo Gram negativa que vive en aguas detenidas o estancadas. Y aunque se desarrolla bien en un amplio abanico de temperaturas, prefiere los ambientes cálidos y húmedos; preferiblemente en un medio en el que haya presencia de materia orgánica. Es un microorganismo que posee un flagelo con el que puede desplazarse.

Es una enfermedad severa. Puede acarrear complicaciones pulmonares tales como dificultades para respirar, fatiga, diarreas y/o dolores musculares.  

Como hemos dicho, otro de los nombres de esta enfermedad es «enfermedad del legionario». Obtiene su nombre porque se originó mientras se estaba celebrando la Convención de la Legión Americana en Phipadelphia en el año 1976. Otra forma de manifestarse la legionela es como Fiebre de Pontiac; con una clínica en la que no están comprometidos los pulmones. Se manifiesta como un cuadro febril menos severo que la enfermedad del legionario.

¿Cómo se contagia?

La web de la organización sin ánimo de lucro Legionella.org nos indica las principales fuentes de contagio de la legionela. Estas serían ríos, embalses y lagos. Son lugares  de abastecimiento de agua de la población. La enfermedad del legionario llegaría a nosotros a través de las tuberías que portan el agua a los edificios. También proliferan bacterias en el sistema de servicio de agua potable. Por ejemplo las de hoteles y grandes instalaciones de viviendas; oficinas; centros comerciales; spas y centros de talasoterapia; máquinas de hielo; sistemas de refrigeración; grandes aparatos acondicionadores de aire; humidificadoras de aire, etc.

Factores de riesgo de la legionela (legionella)

La bacteria de la legionela puede infectar a cualquier persona. Aunque hay algunos factores de riesgo que incrementan la posible infección; así como las complicaciones del pronóstico. También dificultan sus posibles tratamientos:

  • Tabaquismo. Si un fumador contrae la legionella debe dejar de fumar de inmediato.
  • Ser enfermo de EPOC, asmático, o padecer cualquier otra afección pulmonar crónica.
  • Tener una edad avanzada.
  • Un sistema inmune débil o padecer de alguna enfermedad como cáncer, le virus VIH, o estar trasplantado de algún órgano.
  • Estar recibiendo quimioterapia, corticoides, etc.
  • Padecer de insuficiencia renal avanzada, o diabetes mellitus.
  • Sexo masculino (tiene más probabilidades de padecer la legionela).

Algo a tener en cuenta es que es muy raro que alguien que ha sido infectado con la legionela vuelva a pasar por segunda vez la enfermedad. Parece ser que la primera infección produce un cierto grado de inmunidad ante un segundo contagio.

¿Cuáles son los síntomas de la legionela?

La legionela tarda entre 2 y 10 días en incubarse desde que el contagio hasta que aparecen los síntomas. Estos empiezan primeramente con cansancio y debilidad; para pasar a síntomas más severos como fiebre alta, además de los siguientes:.

  • Problemas gastrointestinales (nauseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, etc.).
  • Tos seca y algunas veces con esputo.
  • Cefaleas.
  • Mal estar general y mucha fatiga.
  • Dolor en los músculos.
  • Dolor en el pecho.
  • A medida que la enfermedad empeora, generalmente se presenta dificultad para respirar.
  • Aletargamiento.
  • Falta de coordinación.

Diagnóstico de la legionella

El médico observará ruidos respiratorios anormales mediante auscultación. El cuadro clínico será: fiebre, tos, dolores abdominales, diarrea y náuseas. Él pedirá una analítica de sangre en la que debe observarse una tasa baja en sodio y alta en leucocitos. La serología consistirá en detectar anticuerpos específicos frente a ataques de legionela.

La técnica empleada se llama inmunofluorescencia directa e indirecta (IFD-IFI) que se realiza en  muestras de sangre. También pedirá un cultivo de esputo a través del cual se buscará la presencia de la bacteria Legionella pneumophila;  y un examen de orina para detectar el antígeno de la legionela. Esta es quizás la prueba más solicitada por los facultativos para determinar la legionelosis. Con ella se puede detectar la presencia de la bacteria en el organismo desde el principio de los síntomas, hasta 6 meses después.

Tratamiento de la legionela

No debemos olvidar que la legionela es mortal en potencia. Sobre todo si el paciente padece otras patologías o se infecta durante la convalecencia de una intervención quirúrgica o de alguna enfermedad importante.

El tratamiento de la legionela debe comenzar en el momento en que se sospeche de que se trata de ella. El tiempo es vital para una buena defensa. En caso de que se trate la enfermedad desde que es incipiente su presencia, el pronóstico será excelente. Sobre todo si éste goza de buen estado físico general. Se utilizarán antibióticos: quinolonas  (levofloxacina; ciprofloxacina; moxifloxacina, etc.) y macrólidos (azitromicina; claritromicina; eritromicina…).

Prevención

Como hemos dicho al principio, la prevención debe ser la vigilancia de los lugares en que la bacteria prolifera. No es por contagio de persona a persona, sino que está en el aire de lugares en que se ha desarrollado. Hay que ser vigilantes en:

  • Evitar que se produzcan estancamientos de agua.
  • Mantener una limpieza exquisita siguiendo al pie de la letra los protocolos indicados por los organismos de salud.
  • Desinfectar instalaciones susceptibles de que la bacteria de la legionelosis prolifere y controlar la temperatura.
  • Aquellos edificios que cuenten con torres de refrigeración (en especial las grandes) deben seguir un mantenimiento escrupuloso de los aparatos y de las instalaciones tal y como manda la legislación al respecto.
  • El real decreto 865/2003, de 4 de julio en prevención de la legionelosis, obliga también a realizar un tratamiento de limpieza y desinfección previo a la puesta en marcha de cualquier instalación de agua o aire acondicionado que haya estado parada más de un mes. Esta medida es válida también para aplicar en equipos nebulizadores de agua en exteriores tan de moda hoy en día en terrazas de restaurantes y bares en verano y también para humidificar alimentos. Igualmente las fuentes ornamentales, las piscinas, los spa requieren de desinfecciones periódicas, mantenimiento, etc.

Si hubiere un brote de legionela o legionelosis, las autoridades sanitarias llevan a cabo una inspección aparte de las protocolarias la cuál incluye la toma de muestras para cultivo. En caso de que se detecten deficiencias en las instalaciones o en los niveles de control; de forma cautelar se cierra el establecimiento, a la par que se lleva a cabo una vigilancia frente a nuevos posibles casos.


Legislación vigente en cuánto a prevención

En España cada Comunidad Autónoma contempla legislaciones específicas, la prevención y el control de la legionela a nivel nacional se legisla por las siguientes leyes:

R.D. 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis Nuevas guías técnicas (marzo de 2007): una ampliación en los protocolos de acción y en las instalaciones afectadas

REAL DECRETO 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE)

REAL DECRETO 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de calidad del agua de consumo humano. (BOE núm. 170, de 17 de marzo)

Norma UNE 100030:2005 IN Guía para la prevención y control de la proliferación y diseminación de legionella en instalaciones. Tal y como se establece en el artículo 6 del Real Decreto 865/2003 «Con carácter complementario se tendrá en cuenta lo establecido en la Norma UNE 100030 IN Guía para la prevención y control de la proliferación y diseminación de Legionella en instalaciones.» Extracto norma UNE 100030:2005

IN NTP 691: Legionelosis: revisión de las normas reglamentarias (I). Aspectos generales. Publicada por el Ministerio de trabajo y asuntos sociales de España, en la que se revisan de las normas legales y técnicas que han ido apareciendo durante estos años en España. Actualiza junto con la NTP 692 la NTP 538 NTP 692: Legionelosis: revisión de las normas reglamentarias (II). Medidas específicas. Publicada por el Ministerio de trabajo y asuntos sociales de España, en la que se reflejan las condiciones específicas de mantenimiento de las instalaciones que con mayor frecuencia se han revelado como posibles focos de proliferación y dispersión de Legionella.




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Fuente:

  • «Isolation of Legionella anisa using an amoebic coculture procedure». Journal of Clinical Microbiology 39 (1): 365–366. enero de 2001. doi:10.1128/JCM.39.1.365-366.2001. PMC 87733. PMID 11136802. Consultado el 18 de septiembre de 2014.
  • https://www.riojasalud.es/salud-publica-y-consumo/vida-sana/sanidad-ambiental/3840-medidas-preventivas-para-evitar-la-infeccion-de-legionella-en-el-hogar480?showall=&start=1
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Beatriz Puente

- Posgrado en Nutrición Humana por la Universidad Juan Carlos 1º y por el Colegio de Nutricionistas de Madrid Experta en Nutrición aplicada a la salud por la Universidad de Almería (UAL). - Diplomada en Medicina Ortomolecular y diplomada en Nutrición deportiva por la UAL. - Redactora especializada en artículos de salud desde 2009 en diversos medios

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Beatriz Puente

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