Metales pesados peligrosos

Los metales pesados y su influencia en la salud

L&S.- Entre los 106 elementos conocidos por el hombre que necesitamos para sostener la vida, 84 son metales. No es de extrañar que las posibilidades de contaminación metálica en el ambiente sean numerosas. Entre los metales pesados los más importantes en cuestión de salud son el mercurio, el plomo, el cadmio, el níquel y el zinc. También hay algunos elementos intermedios como el arsénico y el aluminio; los cuales son muy relevantes desde el punto de vista toxicológico. Se estudian habitualmente junto a los metales pesados.

Algunos metales peligrosos:

• Mercurio (Hg):

El mercurio está considerado dentro de los metales pesados como altamente tóxico. Puede estar presente de forma de metal como mercurio o en forma de sales de mercurio. Es muy volátil y podemos respirarlo si está presente en el aire. En ese caso, sería absorbido por los pulmones y la piel. El mercurio que se inhala es la forma más peligrosa de exposición. Entra en el organismo y se acumula, permaneciendo durante mucho tiempo.

Es bastante común que el mercurio esté presente en nuestro organismo. A través de la dieta y sobre todo, debido a la amalgama o empastes de color de plata. Estos contienen mercurio en su fórmula. Cuándo los alimentos entran en contacto con el empaste, se liberan pequeñas partículas de mercurio. Estas entran en el sistema digestivo a través de la saliva, llegando a la sangre. Ahí es transformado en óxido de mercurio el cual se acumula en algunos de los principales órganos. Por ejemplo en hígado, riñones, bilis y corazón.

Empastes peligrosos

Al pasar mercurio a nuestra saliva se dispersan vapores de mercurio. Estos pueden llegar al cerebro y también facilitan la entrada de otros tóxicos y metales pesados. Algunos de otra manera no entrarían. Esos son tóxicos ajenos a la intoxicación propia por mercurio, aunque éste les facilita su entrada a nuestros tejidos. Dichas partículas de vapor de mercurio pueden ser difundidos a través de las encías, las raíces dentales y de la mandíbula. Es decir, de los tejidos o estructuras que están en contacto directo con el mercurio a través de la amalgama o empaste. Dichos vapores pasan a la sangre y se fijan.  No sólo lo hacen en los órganos vitales, sino también en los huesos y en las articulaciones.

Los síntomas de la exposición al mercurio pueden ser: depresión, diarreas, fatiga, catarros crónicos, irritabilidad, pérdida de memoria o amnesias, inflamación de las mucosas, etc.

Los síntomas del envenenamiento por mercurio son físicas y psíquicas: disminución de la capacidad de reacción, temblores en las manos, impotencia, tensión alta, sudor durante la noche, fatiga, herpes, sabor metálico en la boca, entumecimiento, perdida de memoria, tendencias suicidas, negatividad, pérdida de confianza en sí mismo, pies y manos frías, pérdida de apetito, ansiedad, pasividad, perturbaciones del sueño, dolores crónicos de cabeza u otros.

¿Cómo entramos en contacto con el mercurio?

El mercurio es uno de los metales pesados que está presente en una enorme variedad de productos de uso cotidiano. Aparte de estar en el aire y en la amalgama de los empastes dentarios, también está presente en los termómetros; en bombillas de alumbrado doméstico; fluorescentes; barómetros, etc. Aunque no constituye ningún peligro mientras los aparatos estén sellados. El problema surge cuando el aparato se rompe y se libera el mercurio. Puede llegar a ser divertido jugar con las bolitas que forma el mercurio. Es un mineral hermoso y curioso.

Una cosa a tener en cuenta, es que el mercurio no debería estar de ninguna manera presente en la cadena alimentaria. No es un elemento natural en los alimentos, pero puede llegar a nuestro cuerpo a través del pescado.  Consumen grandes cantidades de mercurio ya que es uno de los metales pesados más presentes en las aguas del mar y de los ríos. También a través del ganado y vegetales, puesto que el mercurio se moviliza, acumulándose en el suelo. Este mercurio procede de actividades humanas como minería, fundición, combustión de residuos sólidos, fertilizantes para la agricultura y los vertidos de aguas residuales.

• El plomo (Pb):

Ha sido un metal muy utilizado en instalaciones domésticas y en aleaciones metálicas o químicas como tuberías, fabricación de pinturas, masillas y pesticidas. Es de los metales pesados del que más fácilmente podemos contaminarnos.

El plomo es un metal muy manejable y moldeable. En la antigüedad también se ha utilizado utilizado en obras de arte como vitrales y como componente de algunas pinturas. Pero hoy en día está prohibido debido a su gran toxicidad. Es de hecho tremendamente nocivo para la salud. De los metales pesados que más estragos ha causado entre la población. Entra en el organismo a través de vegetales, carnes, frutas, mariscos y el vino; además de otros muchos alimentos contaminados con metales pesados. Por ejemplo, el humo del tabaco. También es un contaminante con una alta concentración en plomo y otras sustancias tóxicas.

Concentraciones altas de plomo pueden causar:

Abortos, hipertensión arterial, problemas renales, Disminución en el aprendizaje y las habilidades motoras, alteración del sistema nervioso, daño en el esperma, daño cerebral, agresión, irritabilidad, hipersensibilidad, alteraciones en el comportamiento (sobre todo de los niños), etc.

• El Cadmio (Cd):

El cadmio proviene (en su mayoría) de la refinación del zinc. Es un producto residual o un subproducto del zinc. Dado que la materia orgánica que forma el suelo lo absorbe con mucha facilidad, el cadmio está presente principalmente en la corteza terrestre. Este hecho en sí conforma el mayor peligro. Estos depósitos de cadmio absorbidos por el suelo, pasa a las plantas. Muchas son parte de la dieta humana o animal en forma de metales pesados peligrosos. Pasa a la cadena trófica inevitablemente.

Los alimentos potencialmente más susceptibles de estar contaminados por cadmio son: los champiñones, los mariscos, los peces de agua dulce, las algas secas, el agua potable, etc.

NOTA: Hay personas más expuestas al cadmio. Por ejemplo los fumadores, tanto los activos como los pasivos. Ellos tienen doble exposición a este elemento, ya que los cigarrillos contienen cadmio. También las personas que viven cerca de vertederos de basuras o de fábricas que liberan este elemento a la atmósfera. Otro sector expuesto son los trabajadores de refinerías de metal. Ellos pueden estar expuestos al cadmio y a otros metales pesados.

Efectos de sobreexposición al cadmio

Puede causar lesiones renales importantes. El cadmio es un metal pesado que lo transporta la sangre. Este se acumula en los riñones obstaculizando la filtración de tóxicos por este.  También es capaz de dañar los pulmones de forma severa. Sobre todo cuando se trata de un fumador. Afecta al sistema nervioso central (SNC), al sistema inmunitario y a la integridad del ADN o material genético de las células.

Una alta concentración de cadmio provoca síntomas como diarreas, vómitos, dolores de estómago y debilidad en los huesos.

• El cobre (Cu):

El cobre es un mineral muy importante para el desarrollo de la vida humana. Se deben cuidar los aportes de este elemento, pero siempre en su justa medida. Las dosis altas de cobre se consideran metales pesados y provocan serios desórdenes en la salud. Por ejemplo anemias, problemas estomacales, daño en los riñones y en el hígado.

Es un mineral que está muy presente en nuestros hogares. Hay tuberías, sobre todo las antiguas, que están fabricadas con cobre. Se fabrican recipientes de cocina, cables, etc.  Por lo tanto, pasa al agua y/o a los alimentos cocinados. Se utiliza mucho en el sector de la industria y eso es lo que ha hecho que la exposición al cobre sea mucho más alta de lo normal.

Un dato curioso es que el té, cuándo se toma en exceso y no se ingiere cobre en la dieta, puede ser causante de un déficit de este oligoelemento, lo cual causa mucho cansancio.

Los síntomas de un exceso de cobre, puede ser irritación de nariz, boca y ojos, dolores de cabeza y mareos.

• El Cromo (Cr):

El cromo es un metal pesado que está relacionado con el contacto de la piel con él. También se produce sobreexposición al cromo a través de la dieta y la respiración, aunque estas dos últimas sean más bajas.

Es un metal que forma 3 series en función de su composición. Se representan como:

• Óxido de cromo (Cromo II) u óxido cromoso (CrO). En la piel puede ser causante de alergias, erupciones, etc.
• Óxido de cromo (Cromo III) u óxido crómico (Cr₂O₃). S,e e considera un oligoelemento esencial para la vida. Una falta de cromo puede significar trastornos del metabolismo, diabetes, problemas cardíacos, etc. Sin embargo, un exceso de cromo III puede ser causante de problemas hepáticos, renales y nerviosos importantes; ademas de alteraciones cutáneas.
• Anhídrido de ácido crómico (Cromo VI) o anhídrido de ácido crómico (CrO₃). Puede alterar el material genético (ADN). Podría originar cáncer.

• El Níquel (Ni): 

En su justa medida es un metal muy necesario para la vida. Un oligoelemento esencial para la formación de glóbulos rojos. Pero cuándo lo inhalamos, ingerimos o absorbemos en exceso, el níquel puede llegar a ser muy tóxico. Todo va a depender de la cantidad. Un exceso de níquel afecta a pulmones, laringe y nariz; y también puede comprometer a la próstata y al corazón.

Está presente en cantidades muy bajas en el ambiente y en la cadena alimentaria. Para llegar a intoxicarse o contaminarse tendría que haber un consumo muy elevado de este elemento. La intoxicación por níquel es rara. Cuándo esto ocurre, suele ser por alimentos que crecen en suelos muy contaminados pasando esas cantidades de metales pesados a la cadena alimentaria.

En la piel puede causar reacciones alérgicas y erupciones cutáneas sobre todo al contacto con joyas que contienen el metal.

• El Selenio (Se):

Es otro metal muy importante y que debe estar en nuestro cuerpo en su justa medida. Es un oligoelemento elemental para la vida. En los alimentos, el selenio lo encontramos en la carne y en los cereales. Generalmente la comida natural contiene las cantidades que el cuerpo necesita para no sufrir carencias. Estas pueden ser varias. Por ejemplo las disfunciones eréctiles.

Una sobreexposición a selenio puede considererarse una contaminación por metales pesados.

Sobre exposición al selenio

Podemos estar expuestos a intoxicación por selenio al igual que con el resto de metales. Por alimentos contaminados por crecer en suelos y/o aguas contaminadas; por inhalación de aire contaminado con selenio; al ingerir agua o por la piel. Estas exposiciones elevadas pueden darse en lugares dónde se trabaje con pinturas o la industria del metal. También se libera a la atmósfera como consecuencia de la combustión del carbón y del aceite.

Si las cantidades de selenio que se absorben son muy elevadas o muy frecuentes, puede tener efectos muy nocivos. Por ejemplo alteraciones pulmonares, respiratorias, asma, náuseas, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolores abdominales, fiebre, halitosis, manchas en las uñas y dientes, debilitamiento del cabello, alteraciones cutáneas, irritación en los ojos, etc.

• Aluminio y Arsénico:

Aluminio

A veces también se habla de contaminación por metales pesados incluyendo otros elementos tóxicos más ligeros, como el Arsénico o el aluminio. Este es un elemento que en la tabla periódica su peso específico no es superior a 5 g/cm3.  No tienen un número atómico por encima de 20, por lo que no tiene la densidad para ser llamado «pesado»; sin embargo dada su toxicidad, es incluido como uno de los metales pesados en algunas listas de dichos tóxicos.

No olvidemos que el aluminio es un elemento muy abundante en la naturaleza, sólo aventajado por el oxígeno.

Arsénico

Aunque el arsénico  no es un metal, sino un metaloide; que significa básicamente que tiene propiedades de metal y no metal. Pero lo cierto es que es la causa más común de intoxicación aguda por metales pesados en los adultos.

El arsénico se libera al medio ambiente por la industria de productos químicos y gafas. Lega los suministros de agua en todo el mundo, incluyendo la exposición de la vida marina.

Efectos de sobreexposición al arsénico

El arsénico afecta a la sangre, los riñones y el centro nervioso, el digestivo y los sistemas de la piel; con consecuencias como: dolor abdominal, acrocianosis y necrosis, anemia, anorexia, apatía, ceguera progresiva cardiotoxicidad, cólicos, coriza, la muerte, la demencia, dermatitis, diarrea, mareos, somnolencia, edema, eccema, inhibidor de la enzima, fatiga, fiebre, pérdida de líquido, olor a ajo en el aliento o en las heces, el sistema gastrointestinal, el bocio, la pérdida del cabello, dolor de cabeza, la hemólisis, aumento de la pigmentación hiperqueratosis de palmas y plantas, el herpes, la hiperpigmentación, ictericia, daño o insuficiencia renal, leuconiquia, la disfunción del hígado, los pulmones y cáncer de pulmón y, deterioro mental, la coordinación motora, náuseas, trastornos nerviosos, palidez, parestesias, parálisis, enfermedades respiratorias, salivación excesiva perforación del tabique, sensorio neuropatía, shock, trastornos de la piel, espasmos, estupor, estomatitis, constricción de la garganta, vascular efectos de Raynaud, vértigo, y vómitos, etc.

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¿Cómo eliminar metales pesados del organismo?

La mejor manera de eliminar metales pesados es por detoxificación con elementos naturales. Vamos a vitar por orden los que mejor eliminan las moléculas de metales pesados, aunque se puede tomar todo a la vez:

• Stemenhance Ultra Un compuesto de alga AFA, alga chlorella, alga Wakame, Fucoidán, codiceps y Polygonum Multiflorum altamente limpiadores todos de metales pesados (entre otros elementos).
• Alga Chlorella: Un alga conocida por su potente efecto desintoxicante de todo tipo
• Ajo: Contiene componentes muy depurativos que ayudan a arrastrar todo tipo de toxinas fuera de nuestro organismo.
• Magnesio: un mineral que facilita la eliminación de los elementos tóxicos.
  

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