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L&S.- Se denomina «enfermedades cardiovasculares» a un conjunto de trastornos en los que está comprometida la salud el corazón y de las arterias; o ambos. Las ECV están consideradas como la principal causa de muerte a nivel mundial. En España se estima que son alrededor de 35.000 fallecimientos al año. Estos datos afectan igualmente a hombres que a mujeres.
Entre las llamadas enfermedades cardiovasculares hay diferentes clasificaciones. Son las siguientes: Insuficiencias cardiacas; miocardiopatías; cardiopatías congénitas; enfermedades vasculares periféricas; cardiopatías reumática; Síndrome de Brugada; hipertensión arterial o tensión alta; cardiopatías coronarias o infartos de miocardio; accidentes cerebrovasculares o apoplejías.
Síndrome Brugada
El Síndrome Brugada es una de las enfermedades cardiovasculares relacionadas anteriormente. Es un tipo de defecto genético que altera los impulsos eléctricos primarios provocando una predisposición a padecer arritmias ventriculares y muerte súbita. Puede ser detectado analizando el electrocardiograma del paciente.
La mayoría de estas patologías pueden evitarse si se actúa sobre los factores de riesgo que las provocan. Por ejemplo el sedentarismo; la obesidad; el tabaquismo o el abuso de bebidas alcohólicas y drogas; las dietas incompletas; los excesos de grasa y comidas basura, etc. Además del factor genético, que es la primera toma de contacto con los posibles problemas futuros; y sobre todo es el factor que debe empujarnos a tomar acción. También es muy importante mantener unos niveles de colesterol sanos y de tensión sanguínea también.
Si no se ataja el problema, se prevén cifras escalofriantes. Para el año 2030 pueden llegar a morir de enfermedades cardiovasculares, más de 23 millones de personas en el mundo.
14 de marzo Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular
Ciertamente la ciencia ha avanzado mucho en los últimos años. Eso es esperanzador dentro de lo dramático que resulta el asunto. Con la aparición del desfibrilador externo en lugares públicos se puede minimizar sensiblemente el problema de parada cardiorrespiratoria. Ya han prevenido fallecimientos. Además, muchos casos de muerte súbita han sido atajados; tanto en deportistas como en personas de alto riesgo.
También aparecieron en la escena los resincronizadores (CRT). Con ellos se puede tratar la insuficiencia cardiaca. Es un tipo de tratamiento para enfermedades cardiovasculares de urgencia que estimula eléctricamente sobre los dos lados del corazón. Así resincroniza y favorece el bombeo.
Están los marcapasos tradicionales; los cuales solamente estimulan el lado derecho del corazón. A diferencia de los resincronizadores, los marcapasos no apoyan el bombeo. El uso del CRT en pacientes con enfermedades cardiovasculares avanzadas; y que además toman fármacos, todavía ayudan a reducir más el riesgo de muerte y de hospitalización.
Estos dispositivos incluso permiten el monitoreo digital del paciente. Contamos también con la cirugía, el implante de stent coronario y los tratamientos farmacológicos. Todo eso añadido a cambios en las costumbres es la clave. Redundará en que la calidad de vida de los pacientes con enfermedades cardiovasculares sea más alta; y a la vez reducirá los costes hospitalarios. Se estima que la hospitalización podrá reducirse hasta en un 75%. De hecho, ya hay hospitales que lo están experimentando con esos resultados.
Respecto a las enfermedades cardiovasculares hay mucho terreno recorrido, pero no cabe duda que falta todavía mucho por recorrer. Para que se pueda tratar correctamente a una persona enferma, también hay que tener en cuenta su salud integral. Por ejemplo cuidar el sistema nervioso; o las enfermedades degenerativas, como pueden ser el Alzheimer, el Parkinson, etc. Estas son enfermedades que atentan contra la integridad del sistema cardiovascular.
Desde antaño, las enfermedades del corazón eran básicamente una enfermedad del hombre. El hombre fumaba más que las mujeres. Las mujeres tampoco consumían drogas. Además, a nivel hormonal ellos estaban más desprovistos de protección biológica. Pero ese cómputo ha variado sensiblemente en las últimas décadas. Todo es debido a los cambios socioculturales que se han llevado a cabo en la sociedad occidental. Las mujeres fuman, se drogan y beben casi más que los hombres; pasando a tener los mismos factores de riesgo que ellos a padecer enfermedades cardiovasculares y otras. Ese es el motivo por el que la mortalidad se ha igualado. Podríamos decir incluso que ahora ha aumentado el riesgo en las mujeres respecto a los hombres.
El corazón es un músculo entrenado para trabajar ininterrumpidamente. Es una bomba precisa que no descansa. Realiza su trabajo desde el nacimiento hasta la muerte de una persona. Para ello, demanda un constante flujo de oxígeno. Si no, no funciona bien. Eso se consigue a través de canales que le hacen llegar dicho oxígeno y el alimento que sus células requieren; y esos canales han de estar especialmente limpios.
Cualquier elemento que pueda ensuciar las vías que nutren al corazón, influirá necesariamente en su salud. A partir de esa condición pueden ir apareciendo las enfermedades cardiovasculares. Por eso la nutrición es un factor determinante. Es a través de los alimentos como hacemos llegar el oxígeno y los nutrientes necesarios para que el corazón siga su tarea con facilidad hasta que llegue el momento de parar.
Una alimentación sana y ordenada nos mantiene alejados de estar enfermos en general; pero especialmente de enfermedades cardiovasculares. Una alimentación sana se consigue cuidando lo que entra por nuestra boca día a día. Ésta debe ser variada y debe ser a base de alimentos frescos. No hay que llegar a extremos, pero deben incluir muchas frutas y verduras. También pescados, carnes, huevos, legumbres, etc.
Si se quieren evitar las enfermedades cardiovasculares, las comidas basura y los platos precocinados deben estar todo lo alejadas posible. Son carbohidratos y grasas en su mayoría. Quitan el hambre y están elaborados para que resulten agradables. Incluso adictivas. Además, están al alcance de todos. Ese es el misterio de su enorme aceptación en el mundo entero. El problema es que carecen de la frescura de las comidas tradicionales naturales. Además, contienen muchos aditivos y grasas de dudosa procedencia; y en su mayoría son platos precocinados y descongelados.
No cabe duda que la comida basura y las comidas precocinadas a la larga acaban haciendo que enfermemos.
Como ejemplo, una persona de peso normal de unos 75 kg y 1,75 m tiene cerca de 100.000 kilómetros de vasos sanguíneos entre venas, arterias y capilares. El corazón debe bombear 4,6 litros de sangre aproximadamente cada minuto. Si subimos de peso, seguimos teniendo el mismo corazón y los mismos litros de sangre; pero aumenta la longitud de vasos. Por lo tanto también aumentará el esfuerzo que hará nuestra bomba para hacer llegar la misma cantidad de sangre a todos los tejidos.
En cuánto a las enfermedades cardiovasculares, podemos decir que se ven muy afectadas por el sobrepeso. Para subir un kilo de grasa corporal, el cuerpo debe fabricar alrededor de 2,6 kilómetros de vasos sanguíneos. (Fuente: Advanced Studies in Physical education and Sport). Saquemos la cuenta de 20 kg de más. ¿Cuánto «trabajo extra» le estamos añadiendo? Podemos decir que la obesidad no es buena para nada; pero eso se hace especialmente urgente de entenderlo a la hora de cuidar nuestro corazón.
Con la llegada del S. XXI y la falta de tiempo que nos ha venido añadida; se ha incrementado el consumo de las comidas rápidas; también el tipo de entretenimiento. Es básicamente tecnológico y sedentario. Eso está creando una sociedad de niños obesos y futuros adultos obesos. Como no, futuros pacientes con enfermedades cardiovasculares. Además, la obesidad infantil conlleva consecuencias como la diabetes. La diabetes también deteriora los vasos sanguíneos errando un círculo vicioso. Y eso sólo centrándonos en las enfermedades coronarias; sin tomar en cuenta el resto de consecuencias.
Se ha comprobado que en sociedades en las que disminuye el consumo de tabaco, disminuyen considerablemente las enfermedades cardiovasculares. Europa es un ejemplo de ello. Se estima que en las últimas tres décadas, el número de mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha disminuido en un 30%. Esa reducción se cree que se debe al control de la obesidad, el tratamiento de la hipertensión, de los niveles de colesterol y la disminución del tabaquismo. Aunque por otra parte, también se ha observado un notable aumento de la obesidad, tanto en adultos, como en la población infantil.
El estrés lleva al cuerpo al límite. De hecho, afecta a todo el organismo y no solamente al corazón. Cuándo una persona se siente acelerada, su cuerpo está consumiendo más recursos de los que realmente necesita para sostener la vida. Eso a la larga, afecta a todos los órganos. Entre ellos, al sistema cardiovascular.
Respecto a la diabetes, según la Fundación Española del Corazón, hay más de cinco mil personas diabéticas. Se reconoce esta patología como uno de los principales causantes de enfermedades cardiovasculares. Cita a distintas investigaciones que concluyen que la diabetes duplica y hasta cuadruplica las probabilidades de enfermar del corazón.
Es importante tratar la diabetes. De no hacerlo, pueden aparecer enfermedades importantes. Algunas tan severas como arterioesclerosis; que cuándo está afectando a uno de los vasos coronarios, puede aparecer una insuficiencia coronaria, angina de pecho o infarto de miocardio. La diabetes también puede producir arritmias o causar otro tipo de problemas.
No cabe duda que la mejor prevención para la salud del corazón es el bienestar físico y mental. Ser positivos es beneficioso para cualquier condición física. Si las personas cuidaran su entorno, sus relaciones sociales y de pareja y el tiempo que pasa desarrollando su trabajo, tendrían menos posibilidades de enfermar. Esto es una regla para todo tipo de patologías, aunque las enfermedades cardiovasculares son de las que más agradecerán ese estilo de vida.
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Enfermedades cardiovasculares
Oye, esto es muy interesante!, a ver si me paso más amenudo por aquí a leer