El ejercicio físico y las Endorfinas

Las endorfinas cuando se hace deporte

L&S.-  Quienes practican regularmente alguna actividad física se hacen adictos a la positividad, alegría y euforia que les produce el denominado opioide endógeno. El bienestar y la vitalidad que se consigue se deben a la bioquímica del cuerpo. El deporte produce una liberación de endorfinas. Estas son las responsables de estas sensaciones.

¿Qué son las endorfinas?

Son unas pequeñas proteínas (péptidos) producidas en la hipófisis. Una glándula  que está localizada en la base del cerebro y que cuándo se entrena, dicha glándula se ve estimulada liberando las endorfinas en el cuerpo. Actúan produciendo efectos sedantes similares a los efectos de la morfina. Un opiáceo u opioide endógeno muy conocido por su acción en el cuerpo. Por este motivo son también conocidas como nuestro propio opioide endógeno. O lo que es lo mismo: nuestro opioide fabricado por el mismo cuerpo.

Hay estudios que arrojan resultados que demuestran son muy capaces de bloquear a las fibras nerviosas que transmiten el dolor. Es un producto que actúa en el cerebro aportando experiencias subjetivas, sensaciones intensas como puede ser la disminución de la ansiedad y sensaciones profundas de bienestar, analgesia y sedación.

Situaciones que promueven la liberación de endorfinas

No solo el deporte es un estímulo que nos hace secretar las endorfinas. En ciertas situaciones de estrés también se ha comprobado su producción al igual que en la acupuntura, las relaciones sexuales, la sugestión y también en ciertos bailes rituales o ceremoniales. Es difícil establecer cuál de estas actividades es la que mejor estimula su producción.  Sin embargo está demostrado que los ejercicios de resistencia, sí producen un aumento significativo en la secreción de endorfinas.

Aparte de analgésico, se sabe también que las endorfinas liberadas en el ejercicio de resistencia tienen un potente poder antidepresivo. Mejora de forma evidente el estado de ánimo y sube considerablemente la autoestima de quién lo practique. Hasta dónde llega la evidencia científica en este momento, no hay una diferencia significativa entre la producción de endorfinas después de practicar rutinas aeróbicas en hombre y en mujeres.

El entrenamiento

Además de que el ejercicio físico está estrechamente relacionado con la liberación de endorfinas y la felicidad de las personas, también hay evidencia de que éstas también están implicadas en otras funciones sistémicas. Por ejemplo en la disminución del riesgo de accidentes vasculares. Disminuye también, la tendencia a la vida sedentaria, ayuda a controlar la hipertensión sanguínea, retrasa la posible aparición de la diabetes en personas que están predispuestas genéticamente y evita la obesidad.  Un problema considerado como la pandemia del s XXI y que como sabemos, también es responsable de muchas otras enfermedades.

Realizar ejercicios físicos – independientemente del tipo que sean- al menos tres veces en semana durante un mínimo de quince minutos marcará una diferencia a la baja en la demencia en un 30% en mayores de 65 años.

Mens sana in corpore sano (Mente sana en cuerpo sano)

La medicina tradicional no es capaz de conseguir lo que consigue el ejercicio físico. Además es algo que está al alcance de todos. Es la única medicina gratuita. No se puede conseguir en farmacias. Sabemos bien que el estilo de vida al que nos arroja este sistema de cosas no es totalmente saludable. Una excelente manera de obtener y mantener el equilibrio es teniendo la sana costumbre de ejercitar nuestro cuerpo regularmente. Todos los beneficios que obtenemos de la liberación de endorfinas son extrapolables a todos los aspectos de nuestra vida, sean físicos, mentales y espirituales.

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